En días pasados, el presidente de México, Andrés Manuel López obrador, inauguró uno de los proyectos insignia del gobierno: el Corredor Interoceánico del Istmo que competirá comercialmente con el Canal de Panamá.
El Tren Interoceánico conectará los puertos de Salina Cruz (Oaxaca, Pacífico), con Coatzacoalcos (Veracruz, Atlántico), y cuenta con 303 kilómetros, Dos puertos importantes, una línea de tren de carga, carreteras, tres aeropuertos en Minatitlán (Veracruz) e Ixtepec y Huatulco (Oaxaca), junto con un gasoducto y una infraestructura de fibra óptica.
Corredor Interoceánico del Istmo: una estrategia comercial
Uno de los mayores aciertos de la obra es que el Tren Interoceánico impulsará el comercio internacional, al unir la Costa Este de Estados Unidos y de Europa con Asia, en su primera línea, principalmente, porque el puerto de Panamá está ya sobresaturado.
Recientemente, AMLO estrenó el ferrocarril de pasajeros que al día de hoy, cuenta con nueve estaciones. Además, el presidente pretende establecer una plataforma logística para el comercio internacional que incluya 10 parques industriales, cada uno con aproximadamente 300 hectáreas, y 12 polos de desarrollo.
La influencia del proyecto se extiende a 115 municipios y 9,418 comunidades, lo cual incentivará la generación de empleos y la llegada de empresas nuevas al país.
Por el momento, se encuentra habilitada únicamente la línea Z, que va de Salina Cruz a Coatzacoalcos, mientras que la línea FA, que va de de Coatzacoalcos a Palenque, arrancará sus operaciones en junio de este año.
Según estudios, a través del tren de carga, México podrá transportar anualmente 1.4 millones de contenedores de un puerto a otro, contribuyendo al desarrollo del Istmo de Tehuantepec.