En el mundo del packaging se utilizan conceptos variados, entre los que se encuentran palabras como envase, empaque y embalaje. Estas palabras tienden a confundirse: pertenecen a la misma categoría. Aquí te decimos qué conforma cada uno de estos conceptos.
¿Qué es el envase?
Es el elemento que está en contacto directo con el producto; un recipiente donde se alberga, cuidándolo de cualquier cosa externa que pueda dañarlo o alterarlo.
Entre los tipos de envases que existen hay varios sistemas de cierre: tapones, airless (generalmente utilizados en envases de cosmética) y bombas dosificadoras y pulverizadoras.
Los materiales con los que se fabrican los envases por lo regular son metálicos, pet, vidrio, plástico y bioplástico.
¿Qué es empaque?
Es la envoltura que lo protege y generalmente se utiliza con fines publicitarios. Puede incluir datos como la marca, fecha de caducidad, las instrucciones de uso y otros datos relevantes que no pueden faltar según la normativa vigente de etiquetado de alimentos. Normalmente están hechos de papel, cartón, textiles o plástico.
¿Qué es embalaje?
Es el elemento que completa el transporte global de la mercancía a la hora de desplazarla de un punto a otro. Se utiliza para transportar los empaques al punto de venta sin que sufran daños y, por lo regular, suele tratarse de una caja o protección a base de papel, cartón, metal, plástico, vidrio u otro material resistente.
¿Y sus diferencias?
Los tres conceptos trabajan en conjunto con el fin de proteger el producto; sin embargo, el grado de contacto que mantienen con el producto y el tamaño de cada uno de los elementos son distintos.