Hemos escuchado el concepto de «metaverso» en varias plataformas y conversaciones. En resumen, el metaverso es un espacio virtual y colectivo en donde los humanos interactúan social y económicamente; combina la realidad virtual con varias tecnologías y genera experiencias inmersivas. Son muchísimas las posibilidades de este espacio, hasta ahora el ocio y el entretenimiento parecen ser las más exploradas. Hace unos meses, Walmart anunció la venta de NFT y su propia criptomoneda. En el video también se muestra un supermercado en el metaverso: ir a comprar distintas cosas de manera virtual. De esta forma, abrió el paso al metaverso a lugares que no se habían pensado antes. Ahora, las tiendas en el metaverso han sido cada vez más constantes; la pandemia de COVID-19 forzó que las tiendas, supermercados y restaurantes digitalizaran sus servicios. Hoy más que nunca es imaginable un futuro virtual, pero ¿cómo nos ayudará el metaverso en la industria?
¿Qué cambios generará el metaverso en la logística?
Aún estamos lejos de poder conectarnos con la mayoría de las personas y empresas en el universo digital. Muchas tecnologías actuales todavía no pueden adherirse a este entorno. Es una realidad que el metaverso se hace cada día más tangible, es por eso que las empresas debemos ir preparando nuevas estrategias de negocios adaptables a esta nueva idea de interactividad y conectividad. En el caso de la logística, se prevé que el metaverso nos ayude a reducir costos, simular métodos de producción y de almacenamiento y a implementar nuevas formas de comunicación con nuestros clientes. Por ejemplo, en 2019, la empresa DHL implementó el uso de gafas inteligentes, o de realidad aumentada, en sus almacenes y centros logísticos. Esto con el fin de tener un proceso de selección más preciso y eficiente. Según su director de operaciones, Markus Voss, «con el software correspondiente, es posible leer códigos de barras, localizar productos y mostrar el compartimiento de almacenamiento en que se encuentran ubicados.» Esto evita errores y ahorra tiempo y recursos. Otro ejemplo de éxito es Audi, que, mediante la realidad virtual, puede planificar diferentes estrategias y los colaboradores de distintas plantas pueden navegar por las líneas de montaje, también llamadas cadenas de producción, sin la necesidad de estar ahí físicamente. No solamente han utilizado la realidad aumentada como herramienta a su favor, sino también, la inteligencia artificial y el machine learning. En tiempos de crisis de importación, exportación y producción de materiales la eficiencia de nuestros procesos puede significar una gran diferencia.
Quizás para varios de nosotros, el metaverso o la inteligencia artificial permanecen ajenos o muy lejanos como para adentrarnos en ellos, pero la realidad exige que alimentemos nuestra curiosidad e investiguemos nuevas formas de adaptación y aprendizaje para que nuestras empresas avancen en conjunto con la tecnología disponible. Todas estas herramientas pueden exponer debilidades en nuestras cadenas de suministro, problemas en el inventario; también, nos ayudarían en nuestro camino hacia la automatización.
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