El Canal de Panamá: Tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos

China, EE.UU. y el canal de Panamá: una jugada estratégica que puede cambiar el comercio global. Te explicamos qué está pasando.

El Canal de Panamá, una de las vías marítimas más estratégicas del mundo, se ha convertido en el centro de una creciente tensión geopolítica entre Estados Unidos y China. Este conflicto se ha intensificado tras el anuncio de la venta de terminales portuarias panameñas operadas por la empresa hongkonesa CK Hutchison a un consorcio liderado por el gigante estadounidense BlackRock y la naviera suiza MSC.

La controvertida venta de terminales portuarias

A principios de marzo de 2025, CK Hutchison, controlada por el multimillonario Li Ka-shing, anunció un acuerdo para vender sus terminales marinas por aproximadamente 23.000 millones de dólares a BlackRock y TiL (Terminal Investment Limited), el brazo operador de terminales de MSC. Esta venta incluye las operaciones de los puertos de Balboa y Cristóbal, ubicados en las entradas del Pacífico y el Atlántico del Canal de Panamá, respectivamente.

Lo que ha generado controversia es que estos puertos han sido operados por CK Hutchison durante más de dos décadas, desde 1997. La empresa hongkonesa ha mantenido una presencia significativa en esta estratégica vía marítima que conecta los océanos Pacífico y Atlántico, facilitando aproximadamente el 6% del comercio marítimo mundial.

La reacción de China y la revisión regulatoria

En respuesta a este anuncio, la Administración Estatal para la Regulación del Mercado de China intervino declarando que revisaría la venta. Esta medida es extraordinaria, ya que no es común que las autoridades chinas revisen operaciones de empresas hongkonesas que involucran activos fuera de China continental.

El gobierno chino, a través del periódico respaldado por el estado Ta Kung Pao, acusó a Estados Unidos de forzar el acuerdo “por medios despreciables” y advirtió que “Estados Unidos definitivamente lo usará con fines políticos… el transporte marítimo y el comercio de China allí inevitablemente estarán sujetos a Estados Unidos”.

La fuerte reacción de Beijing refleja preocupaciones de que el cambio de control en estos puertos estratégicos pueda afectar los intereses comerciales y geopolíticos de China en la región. Para el gigante asiático, el Canal de Panamá representa una arteria crucial para su comercio global y parte de su estrategia de expansión económica internacional.

El factor Trump y la retórica estadounidense

El contexto político estadounidense ha contribuido significativamente a esta tensión. En su discurso inaugural tras ganar las elecciones de 2024, el presidente Donald Trump afirmó falsamente que “China está operando el Canal de Panamá” y prometió “lo vamos a recuperar”. Esta declaración, aunque incorrecta (ya que la Autoridad del Canal de Panamá, una entidad gubernamental panameña, administra la vía), refleja la retórica de confrontación que ha caracterizado su postura hacia China.

La administración Trump ha adoptado una posición firme frente a lo que considera la creciente influencia china en América Latina y ha expresado preocupaciones sobre la seguridad nacional relacionadas con la presencia de empresas chinas en infraestructuras estratégicas cercanas a Estados Unidos.

Implicaciones para el comercio global

El Canal de Panamá es una vía marítima de importancia crítica para el comercio mundial. Contrariamente a las afirmaciones de Trump, los datos muestran que la mayoría del tráfico a través del canal va hacia o desde Estados Unidos, no China. Sin embargo, para China representa una ruta vital para su comercio con la costa este de Estados Unidos, Europa y partes de América Latina.

La posible interferencia política en las operaciones del canal podría tener graves repercusiones para el comercio global. Las preocupaciones chinas se centran en la posibilidad de que empresas estadounidenses operando puertos en el canal puedan actuar siguiendo directrices de Washington y potencialmente buscar restringir el acceso de China.

Panamá en medio de la disputa

El gobierno panameño, por su parte, también está examinando las concesiones portuarias de Hutchison. Panamá se encuentra en una posición delicada, intentando mantener relaciones cordiales tanto con Estados Unidos, su socio histórico, como con China, que se ha convertido en un importante inversor en el país en los últimos años.

Desde que Panamá estableció relaciones diplomáticas con China en 2017, Beijing ha aumentado significativamente sus inversiones en el país centroamericano, incluyendo proyectos de infraestructura y colaboraciones comerciales. Esta creciente presencia china ha sido vista con recelo por Washington.

Propiedad y administración del Canal de Panamá

El Canal de Panamá es propiedad exclusiva de la República de Panamá y es administrado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), una entidad gubernamental panameña autónoma. Esta situación actual es el resultado de un largo proceso histórico:

  • Originalmente, el canal fue construido por Estados Unidos entre 1904 y 1914, después de un intento fallido por parte de Francia.
  • Durante casi todo el siglo XX, el canal estuvo bajo control estadounidense, operado por la Comisión del Canal de Panamá, una agencia federal de EE.UU.
  • En 1977, los presidentes Jimmy Carter de EE.UU. y Omar Torrijos de Panamá firmaron los Tratados Torrijos-Carter, que establecieron la transferencia gradual del canal a Panamá.
  • El 31 de diciembre de 1999, en cumplimiento de estos tratados, la administración y control total del canal pasó oficialmente a manos panameñas.

Es importante destacar que, contrario a algunas afirmaciones recientes, el Canal de Panamá no está operado por China ni por ningún otro país extranjero, sino por panameños a través de la ACP.

Funcionamiento del Canal de Panamá

El canal opera como un sistema de esclusas que permite a los barcos transitar entre el océano Pacífico y el Atlántico, evitando la necesidad de rodear toda Sudamérica. Su funcionamiento puede resumirse así:

  1. Sistema de esclusas: El canal cuenta con tres juegos de esclusas principales: Miraflores y Pedro Miguel en el lado del Pacífico, y Gatún en el lado del Atlántico. En 2016 se inauguró un tercer carril con nuevas esclusas más grandes (Cocolí en el Pacífico y Agua Clara en el Atlántico) para permitir el paso de los buques “Post-Panamax” de mayor tamaño.
  2. Proceso de tránsito: Los barcos son elevados al nivel del lago Gatún (26 metros sobre el nivel del mar) mediante las esclusas, cruzan este lago artificial de 33 kilómetros de largo, y luego son descendidos al nivel del mar en el otro extremo.
  3. Sistema de reservas y peajes: Los buques deben reservar su tránsito con anticipación y pagar peajes que varían según el tamaño y tipo de embarcación. Estos peajes constituyen la principal fuente de ingresos para Panamá a través del canal.
  4. Administración financiera: La ACP opera el canal como una entidad sin fines de lucro, pero con autonomía financiera. Todos los ingresos excedentes después de cubrir costos operativos y de mantenimiento son transferidos al Tesoro Nacional de Panamá.
  5. Importancia económica: El canal genera aproximadamente un 6% del PIB panameño y emplea directamente a más de 10,000 personas, la gran mayoría panameñas.

Es crucial entender que, mientras el canal mismo es operado por la ACP, los puertos en ambos extremos del canal (como Balboa y Cristóbal) pueden ser operados por empresas privadas bajo concesiones otorgadas por el gobierno panameño. Estas concesiones portuarias son las que están en el centro de la disputa actual entre China y Estados Unidos, no el canal en sí mismo.

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